lunes, 15 de agosto de 2011

Historia de la bicicleta


La bicicleta representa el medio de transporte más popular. La  primera bicicleta se einvento en Francia, en 1790, llamada el celerífero. Lo inventó Sivrac, sin embargo, algunos afirman que un siglo antes se conocía su uso. El celerífero  tenía dos ruedas, una detrás de la otra. Estaban unidas por medio de una viga sobre la cual se montaba como a caballo. Para avanzar con suficiente rapidez, el ciclista tenía que utilizar sus piernas y sus pies como aparatos de propulsión.
En aquella época la novedad fue considerada como un juguete. Carlos Federico Drais (1785-1851) ajustó dos medas a un caballete de madera provisto de un gorrón (extremo rebajado de una madera o eje, que entra en un hueco de otro), puso una especie de manillar y agregó un asiento, que así se llamaba el agrimensor alemán, fue visto por las calles de Mannheim montado sobre su nueva máquina, la draisiana, a la cual hacía correr con fuertes enviones dados alternativamente por cada pie. Pero tampoco, la draisiana fue tomada en serio. Los peatones se desternillaban de risa al ver semejante cabalgadura.
Esto no desanimó a Drais; decidió, por el contrario, realizar algo que llamara la atención: fue de Karlsruhe hasta Estrasburgo montado en su máquina, y empleó sólo 4 horas para recorrer el trayecto, en lugar de las 15 ó 16 que hubiera necesitado para hacerlo á pie. Si bien esta proeza le permitió vencer la indiferencia del público, no fue suficiente para extender el uso del nuevo vehículo, y su inventor murió en la miseria, en el .año 1851. ‘Sin embargo, cuando la noticia de su hazaña llegó a Francia y a Inglaterra, los jóvenes elegantes comenzaron a hacerse ver sobre estos “caballos de juguete” que sólo estaban al alcance de las gentes adineradas. El francés Michaux y al alemán Fischer de Schweinfurt perfeccionaron la máquina en 1855. Se introdujo una novedad que consistía en un doble pedal dispuesto sobre la rueda delantera, lo que permitía convertir la propulsión por medio de los pies, en un movimiento continuo impulsado por los pedales. El vehículo, conocido bajo el nombre de velocípedo, adquiría mayor velocidad gracias al diámetro de la rueda anterior, más grande que el de la posterior.  En el año 1866, Michaux, hijo, construyó una draisiana perfeccionada, con ruedas totalmente metálicas. Aunque eran, muy pesadas, estas máquinas comenzaron a gozar de cierta popularidad. En los años que siguieron se buscó aumentar cada vez más la velocidad de estos aparatos, para conseguirlo, los mecánicos agrandaron la rueda delantera, que era la principal, y redujeron paulatinamente la rueda trasera. Luego se logró otro importante  avance que consistió en revestir con un anillo de caucho la llanta hueca de las ruedas. Estos aparatos de locomoción, llamados biciclós; que hoy nos resultarían grótescos, exigían que sus conductores poseyeran habilidad de acróbatas sobre todo para encaramarse en el asiento o descender de él. Además la posición del hombre hacía más inestable el equilibrio del biciclo, ya que él conductor, encaramado a tanta altura (hasta 1,50 m.), podía caer de cabeza al menor choque.
La transmisión del movimiento a la rueda trasera se obtuvo utilizando la cadena inventada por el suizo Renold, que se había establecido en Inglaterra. Así apareció, en 1886, una máquina aún imperfecta, pero más práctica que estaba provista de una gran rueda emplazada por encima de los pedales y de otra mas pequeña, sobre la rueda trasera.Estas dos ruedas dentadas, corona y piñón, de diámetro diferente tenían por misión multiplicar, con ayuda de la cadena transmisora del movimiento, el número de vueltas y, por consiguiente, la energía ejercida sobre los pedales. Dijimos que la bicicleta ideada por Starley era muy práctica, pero resultaba todavía demasiado pesada y el conductor se fatigaba bastante, tanto por el frotamiento de los ejes como por las fuertes vibraciones producidas al rodar, sobre todo si el terreno no era liso. Estos inconvenientes sólo pudieron ser subsanados con la ulterior adaptación de los cojinetes de bolas .
La creación de los neumáticos fue obra de un joven llamado Dunlop, hijo de un veterinario inglés. Gran entusiasta del ciclismo, Dunlop trató de eliminar las sacudidas producidas por el vehículo e ideó un sistema que consistía en rodear las ruedas con pequeñas almohadillas llenas de aire. Al cabo de muchos experimentos llegó a obtener un tubo de caucho, delgado y flexible, que podía llenarse de aire comprimido y colocarse alrededor de las ruedas. Con ayuda de su padre, en 1890 fabricó los primeros neumáticos. La “novedad” fue presentada en la Exposición de Milán en 1881 y tuvo buena acogida. Desde entonces la bicicleta a ido mejorando en materiales y se a ido especializando y evolucionando hasta llegar a las bicicletas de hoy, unas bicicletas ligeras y aerodinámicas



1 comentario:

Vamos a aprender um "poquino" de Português dijo...

Un articulo muy entretenido, estaría bien, hablara, de la evolución de los distinto elementos de un bicicleta. Pero si creo que el despegue fue el invento de la rueda de caucho.